martes, 15 de abril de 2008

Opinión


En vivo y en directo desde la red

Una de las características inherentes en el ser humano, por no decir la más importante es la necesidad de comunicarse, por esta razón a través de la historia el hombre se ha ingeniado la forma de suplir dicha necesidad de todas las formas posibles; señales de humo, cartas, telegramas, entre otras, fueron en el principio algunas de las maneras con las cuales los seres humanos han logrado transmitir sus mensajes, luego en los últimos tiempos, gracias a que el nivel de desarrollo de la humanidad ha crecido, nacen nuevas formas de comunicación, se convierte en masiva y los mensajes se transmiten a gran escala por medio de la radio y la televisión.


Pero ¿qué ha pasado con la comunicación entre las personas, los amigos, los conocidos, etc.? Antes se podría considerar la distancia como un problema, ahora es posible comunicarse con una persona en cualquier parte del mundo mientras exista algunas de las herramientas inventadas en el siglo XX: telefonía móvil, Internet y sus derivados han logrado que en la actualidad el mundo esté conectado de manera permanente.


En mi opinión en cierta medida es algo bueno para el mundo porque en la inmediatez se pueden resolver problemas que en otra época hubieran tardado hasta meses, pero al mismo tiempo se convierte en algo tedioso puesto que se van perdiendo las relaciones interpersonales en las que los seres humanos tenían contacto directo, donde existía el tacto y la importancia de los sentidos reales.


Ahora son otros los elementos importantes dentro de la comunicación, los visuales, los auditivos y un poco los escritos de manera virtual y en el cual el trato entre hombres y mujeres se reduce a un simple aislamiento de las personas y de los sentimiento y emociones expresadas en vivo y en directo ante la humanidad.

Croniquita


Colombia y el mundo en un parque maravilloso.

Los planes son escasos en semana santa en una ciudad mayoritariamente católica cuando no se profesa dicha religión y resulta imposible que el Festival Iberoamericano de Teatro acapare todo el tiempo de un pobre ser humano que no tuvo la oportunidad de encaminarse en una aventura lejos de su lugar rutinario de acción.
Así es, al parecer algo triste pero a la final no tanto, cuando se analizan la cantidad de oportunidades de entretención que brinda el ingenio colombiano en este tiempo de reflexión, de recogimiento, cuando recordamos los últimos días de Jesús.
Ir a ciclovía hasta el Parque Nacional a comer mazorca asada o a hacer aeróbicos, ir a ver una película de un elefante animado algo tonto, con la sala de cine llena de niños interesados en cualquier cosa menos en ver hacia el frente o dirigirse hacia un parque de diversiones donde las mejores atracciones no están incluidas en el “pasaporte” que todo el mundo compra, son algunos de los planes a los que estamos acostumbrados (por no decir que resignados) a experimentar.
Pero siento que nos estamos olvidando de algo que es nuestro y que está ahí para nuestro disfrute y crecimiento como personas y como colombianos; señoras y señores existe un lugar ubicado en el Km 34 Autopista Norte, Tocancipá, un sitio maravilloso llamado Parque Jaime Duque, sí aunque no lo crean este es un gran lugar que se enfoca hacia el aprendizaje y la recreación de sus visitantes.
Puede que al principio no cause buena impresión la idea y que suene algo aburridora, pero al entrar en este sitio se percibe la majestuosidad de su arquitectura y la curiosidad agobia por saber que tiene por ofrecer tal encanto.
Personalmente me trae recuerdo de infancia, ya que, es un lugar mágico donde las figuras cobran vida y cuentan su historia y lo que saben de nuestros orígenes.
Hay varias atracciones: el Taj – Mahal, el Museo el Hombre en el Universo, el Mapa Gigante de Colombia, el Zoológico, Trajes del Mundo, La Divina Comedia de Dante, las Siete Maravillas del Mundo Antiguo, entre muchas otras cosas que ofrece el parque para la entretención de los visitantes.
En está ciudad y en está época en la que es tan difícil entretener a los niños, a los jóvenes y hasta a los mismos adultos es raro encontrar un lugar en donde se puedan reunir todas las generaciones y se unan para compartir un momento muy agradable y además aprender sobre lo que concierne a nuestro país.
Recomiendo mucho este lugar, nos brinda muchísimas actividades para realizar, ver los animales que están en muy buen estado y recorrer la inmensidad de este hermoso parque hace que se nos olvide un poco la rutina y nos conecta un poco con nuestra historia y con la naturaleza.