Colombia y el mundo en un parque maravilloso.
Los planes son escasos en semana santa en una ciudad mayoritariamente católica cuando no se profesa dicha religión y resulta imposible que el Festival Iberoamericano de Teatro acapare todo el tiempo de un pobre ser humano que no tuvo la oportunidad de encaminarse en una aventura lejos de su lugar rutinario de acción.
Así es, al parecer algo triste pero a la final no tanto, cuando se analizan la cantidad de oportunidades de entretención que brinda el ingenio colombiano en este tiempo de reflexión, de recogimiento, cuando recordamos los últimos días de Jesús.
Ir a ciclovía hasta el Parque Nacional a comer mazorca asada o a hacer aeróbicos, ir a ver una película de un elefante animado algo tonto, con la sala de cine llena de niños interesados en cualquier cosa menos en ver hacia el frente o dirigirse hacia un parque de diversiones donde las mejores atracciones no están incluidas en el “pasaporte” que todo el mundo compra, son algunos de los planes a los que estamos acostumbrados (por no decir que resignados) a experimentar.
Pero siento que nos estamos olvidando de algo que es nuestro y que está ahí para nuestro disfrute y crecimiento como personas y como colombianos; señoras y señores existe un lugar ubicado en el Km 34 Autopista Norte, Tocancipá, un sitio maravilloso llamado Parque Jaime Duque, sí aunque no lo crean este es un gran lugar que se enfoca hacia el aprendizaje y la recreación de sus visitantes.
Puede que al principio no cause buena impresión la idea y que suene algo aburridora, pero al entrar en este sitio se percibe la majestuosidad de su arquitectura y la curiosidad agobia por saber que tiene por ofrecer tal encanto.
Personalmente me trae recuerdo de infancia, ya que, es un lugar mágico donde las figuras cobran vida y cuentan su historia y lo que saben de nuestros orígenes.
Hay varias atracciones: el Taj – Mahal, el Museo el Hombre en el Universo, el Mapa Gigante de Colombia, el Zoológico, Trajes del Mundo, La Divina Comedia de Dante, las Siete Maravillas del Mundo Antiguo, entre muchas otras cosas que ofrece el parque para la entretención de los visitantes.
En está ciudad y en está época en la que es tan difícil entretener a los niños, a los jóvenes y hasta a los mismos adultos es raro encontrar un lugar en donde se puedan reunir todas las generaciones y se unan para compartir un momento muy agradable y además aprender sobre lo que concierne a nuestro país.
Recomiendo mucho este lugar, nos brinda muchísimas actividades para realizar, ver los animales que están en muy buen estado y recorrer la inmensidad de este hermoso parque hace que se nos olvide un poco la rutina y nos conecta un poco con nuestra historia y con la naturaleza.
Así es, al parecer algo triste pero a la final no tanto, cuando se analizan la cantidad de oportunidades de entretención que brinda el ingenio colombiano en este tiempo de reflexión, de recogimiento, cuando recordamos los últimos días de Jesús.
Ir a ciclovía hasta el Parque Nacional a comer mazorca asada o a hacer aeróbicos, ir a ver una película de un elefante animado algo tonto, con la sala de cine llena de niños interesados en cualquier cosa menos en ver hacia el frente o dirigirse hacia un parque de diversiones donde las mejores atracciones no están incluidas en el “pasaporte” que todo el mundo compra, son algunos de los planes a los que estamos acostumbrados (por no decir que resignados) a experimentar.
Pero siento que nos estamos olvidando de algo que es nuestro y que está ahí para nuestro disfrute y crecimiento como personas y como colombianos; señoras y señores existe un lugar ubicado en el Km 34 Autopista Norte, Tocancipá, un sitio maravilloso llamado Parque Jaime Duque, sí aunque no lo crean este es un gran lugar que se enfoca hacia el aprendizaje y la recreación de sus visitantes.
Puede que al principio no cause buena impresión la idea y que suene algo aburridora, pero al entrar en este sitio se percibe la majestuosidad de su arquitectura y la curiosidad agobia por saber que tiene por ofrecer tal encanto.
Personalmente me trae recuerdo de infancia, ya que, es un lugar mágico donde las figuras cobran vida y cuentan su historia y lo que saben de nuestros orígenes.
Hay varias atracciones: el Taj – Mahal, el Museo el Hombre en el Universo, el Mapa Gigante de Colombia, el Zoológico, Trajes del Mundo, La Divina Comedia de Dante, las Siete Maravillas del Mundo Antiguo, entre muchas otras cosas que ofrece el parque para la entretención de los visitantes.
En está ciudad y en está época en la que es tan difícil entretener a los niños, a los jóvenes y hasta a los mismos adultos es raro encontrar un lugar en donde se puedan reunir todas las generaciones y se unan para compartir un momento muy agradable y además aprender sobre lo que concierne a nuestro país.
Recomiendo mucho este lugar, nos brinda muchísimas actividades para realizar, ver los animales que están en muy buen estado y recorrer la inmensidad de este hermoso parque hace que se nos olvide un poco la rutina y nos conecta un poco con nuestra historia y con la naturaleza.
2 comentarios:
Es interesante conocer sitios como el Jaime Duque ya que nos enseña las grandes maravillas que tiene el mundo.
Al igual es un sitio en el cual podemos descansar para que asi olvidemos las ocupaciones que nos rodean diariamente.
En efecto, Isabel, este es un buen plan. el artículo está escrito de manera impersonal, entonces se pierde la lógica de la crónica al momento de involucrarte, pues tiende a transformarse en editorial, como en efecto ocurrió.
TU CALIFICACIÓN ES DE 4.0
Publicar un comentario